Premio Nacional de Cine en 2019. Comenzó a trabajar en 1961 en el ICAIC como asistente de cámara. Uno de los más importantes directores de fotografía del cine cubano, trabajó con varios de los más importantes documentalistas del país, como Santiago Álvarez, Nicolás Guillén Landrián, Oscar Valdés o Bernabé Hernández. Asimismo, fue el fotógrafo de filmes como El corazón sobre la tierra (1985), de Constante Diego; Amada (1983) y Cecilia (1981), de Humberto Solás; Retrato de Teresa (1979), de Pastor Vega; Una novia para David (1985), de Orlando Rojas; Un hombre de éxito (1986), de Humberto Solás; Vidas paralelas (1989), de Pastor Vega; La inútil muerte de mi socio Manolo (1989), de Julio García-Espinosa, y El Siglo de las Luces (1992), de Humberto Solás, entre otros.