«Las preñadas»: Ficción de frontera

Reynaldo Lastre

Las preñadas, dirigida por Pedro Wallace, narra la historia de Juana y Carmela, dos mujeres embarazadas que viven en San Antonio, un barrio periférico cercano a la frontera entre Argentina y Brasil. La película se centra en su travesía en busca de atención médica en hospitales de la región, dando forma a una especie de odisea femenina, marcada por el desamparo y la sororidad.

La película, coproducción entre Argentina y Brasil, se ambienta en una zona fronteriza que es una mezcla de las culturas, idiomas y gentes de ambos países. Los hermosos planos de la selva y el cielo contrastan con la crudeza de los interiores, marcados por la desolación de las zonas rurales. Los paisajes, inspirados según ha señalado su director en las animaciones de Hayao Miyazaki, están filmados con una delicadeza que evita el folclor al que a veces se recurre cuando se representan lugares recónditos.

Juana y Carmela tienen en común, además de sus embarazos, la zona vecinal en la que viven, alejadas de la parte más poblada de esa localidad de la provincia de Misiones. Desde su casa, Juana puede percibir la violencia doméstica que enfrenta Carmela, pero no puede hacer nada para evitarlo. Durante el día, los hombres se marchan al trabajo y ellas deben quedarse para cuidar a los hijos, y así se construye una rutina que parece una eternidad de tedio. Carmela tiene dos niñas de su matrimonio anterior y un hijo pequeño de su esposo actual. Por su parte, Juana tiene un niño que juega en las tardes con sus jóvenes vecinas, inventando juegos para combatir el tedio y la desolación del lugar. Todo esto se infiere durante el metraje, enmarcado en solo un día de la vida de las dos mujeres.

Carmela, con 39 semanas, le pide ayuda a su vecina luego de una dolencia producto del embarazo y deciden dejar a los niños en casa y caminar hacia la clínica más cercana. Sin embargo, los médicos están en un paro que se ha extendido por varios días y deciden cruzar la frontera para probar suerte en un pequeño hospital localizado en el lado brasileño. Aunque esta otra gestión resulta igual de infructuosa, el largo camino que emprenden consolida no solo la amistad entre ellas, sino la fuerza que les permite enfrentar todas las violencias que las acechan, tanto obstétricas como machistas.

Si bien el filme se deshace en una premisa básica, las actuaciones de Ailín Salas (Juana) y Marina Merlino (Carmela) lo dotan de una autenticidad que contrasta con sus imperfecciones. En ese sentido, la falta de solidaridad y la ausencia del Estado en las vidas de las mujeres de estos espacios marginados tiene como respuesta la sororidad y el acompañamiento de las protagonistas, pero sin el trabajo decisivo de Salas y Merlino la fuerza de la ficción se hubiese deshecho en una maleza de adoctrinamiento.

En medio de esta pugna entre pérdidas y ganancias emerge lo que podríamos llamar una «ficción de frontera». El cine latinoamericano contemporáneo ha utilizado con asiduidad este recurso para explorar y narrar las complejidades de la identidad, la cultura y las realidades sociopolíticas de la región. Si bien este género se ha enfocado más en visibilizar temas de emigración, desplazamiento, violencia y resistencia, filmes como Las preñadas lo desplazan hacia una problemática femenina. En ese sentido, la estructura narrativa de las ficciones de la frontera posibilita subrayar la resiliencia de las mujeres ante situaciones límite, que se dan siempre como metáfora de un cruce peligroso entre dos espacios delimitados. En este caso es la frontera entre Argentina y Brasil, pero puede leerse como ese deslinde entre vida y muerte, entre pasividad y valentía.

Carmela es una mujer empequeñecida dentro de un matrimonio que le ha robado su fuerza, y como le confesó a Juana, prefiere vivir en estas contingencias que arreglárselas sola con sus tres hijos y su embarazo. «Mi esposo anterior era aún peor», revela a su amiga. En este caso, cruzar la frontera implica también romper esas cadenas y retomar la fuerza que perdió cuando aceptó las imposiciones del patriarcado. En resumen, Las preñadas redimensiona la frontera y la transforma en un espacio de emancipación.

Scroll al inicio