Foro teórico «Del caos al orden: estrategias de posproducción eficientes»
«El proceso de posproducción, a pesar de que siempre nos centramos en el desarrollo de las ideas y la preproducción, es uno de los más importantes. La creatividad puede surgir en esta fase y dar un giro completo al producto fílmico que se tiene concebido. La cuestión es entender la importancia de este desarrollo final del audiovisual, porque estratégicamente no suele tenerse planificado cómo llegar a esa última etapa», puntualizó Tania Delgado, directora del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, quien moderó el foro teórico «Del caos al orden: estrategias de posproducción eficientes».

Este panel, organizado como parte de las actividades teóricas del 19 Festival del Cine Pobre de Gibara, contó además con la presencia de Antonio Urrata, representante de la productora italiana Orizzonti Hub; Pablo Fernández Murguía, de los Estudios Churubusco de México, y Martín Grachi, de La Burbuja Sonido, que participó de forma online desde Argentina.
«La posproducción es una etapa muy creativa en la que uno de los objetivos fundamentales tiene que ser crear un producto que alcance la mayor cantidad de público posible. Sin embargo, esto va muy ligado con otro proceso muy importante, que es la elección de la música que se va a utilizar. Esta es una decisión que no se puede tomar a ligera, porque el propósito fundamental es emocionar a los espectadores», planteó Antonio Urrata.

A su vez, Urrata contó cómo su productora Orizzonti Hub participa en varios festivales en Cuba para hacer conexiones creativas con diferentes profesionales, a los que se les puede brindar la posibilidad de ayudarlos a visibilizar sus obras internacionalmente. Además, Orizzonti Hub planean ampliar sus oficinas y tener presencia en San Francisco y Buenos Aires.
Martin Grachi está ligado a La Burbuja Sonido desde hace más de diez años, y asegura que durante ese tiempo han participado en proyectos hermosos que han seguido adelante y se han presentado en varios festivales de talla mundial. Desde su vasta experiencia como sonidista plantea que el desafío más importante es lograr concretar la idea y un sólido argumento de la historia que se quiere construir.

«Desde mi punto de vista, hay muchos procesos que están estandarizados, tienen ya prefijado cómo debería comportarse cada etapa, hay un molde establecido, y el desafío más importante es encontrar una posibilidad para esas instancias creativas, y lograr aportar desde el sonido algo diferente. No al azar, sino con la intención de darle profundidad a la historia que se está contando», puntualizó Grachi.
«¿Cómo varía esa influencia que provocan inherentemente el sonido y la música?», cuestiona Tania Delgado.

«Para pasar del caos al orden es crucial un diseño de sonido. Según Walter Murch, el sonido debe estar presente desde la creación de la idea cinematográfica. Hay que poner sobre la mesa los elementos sonoros, porque estos forman parte de las obras. Los sonidistas hacen un gran trabajo de interpretación de la historia, y a partir de estas lecturas empiezan a pilotear desde su creatividad», comentó Fernández Murguía.
Grachi planteó que uno de los mejores ejercicios que ha realizado es trabajar codo a codo con el músico desde el primer momento. Esto permite tener ideas, conceptos, que en su momento comenzarán a darle forma al montaje. «Cada película es una experiencia diferente, con nuevos diálogos y composiciones. Lo interesante es saber cómo abordarlos, analizarlas en posproducción y saber cómo integrar a todos los miembros del equipo en la creación del producto».
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