Ariagna Fajardo: «Cuando hablo de los dolores de otros, van implícitos los míos»

Ariagna Fajardo Nuviola (Granma, 1984) obtuvo con Al final del camino el premio Coral en la categoría de cortometraje documental en la edición 44 del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana. Recibió además los premios colaterales de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano y el Senobio Faget, otorgado por Cubavisión Internacional. Con este filme, producido por la Televisión Serrana en 2023, Ariagna participó en el concurso de cortos documentales del 18 Festival Internacional de Cine de Gibara.

«Para las familias cubanas, sumergidas en una economía cada vez más precaria, acceder a elementos esenciales para la vida termina siendo un largo camino atravesado por muchos obstáculos». A partir de esta idea, Ariagna se adentra no solo en el espacio geográfico de la sierra Maestra, sino en la realidad de quienes la habitan, en las dificultades y sueños de sus coterráneos, esos que se enfrentan a las difíciles condiciones de un sitio que es también suyo, y con los que comparte vida, preocupaciones y anhelos.

Al final del camino

Allí, en la Televisión Serrana, cuyo aniversario treinta se celebró el pasado año, el mismo año en que falleció su fundador, Daniel Diez Castrillo y en que recibió el Coral por Al final del camino, Ariagna ha intentado darle voz a sus búsquedas, partiendo de un compromiso con el trabajo de esta casa productora y con su realidad, que es la misma de los habitantes de uno de los parajes más hermosos de la geografía insular. Sus documentales han sido responsables, en buena medida, del acercamiento de la Televisión Serrana al discurso visual antropológico. Así Ariagna intenta concretar «la posibilidad de hacer visible, más allá de las comunidades rurales, una realidad que, por cotidiana, no deja de doler».

Has dicho de tus documentales: «No han sido nunca porque me llegó una historia espectacular. Han sido porque he tenido una relación con la persona que cuenta la historia o porque me ha surgido un cuestionamiento preciso sobre un tema». ¿Cuál fue el punto de partida, ese cuestionamiento que mencionas, para Al final del camino?

Todavía hoy sigo pensando que no me atraen las historias por su espectacularidad, pues por lo general me gusta partir de premisas sencillas que encierren cierta complejidad. No fue diferente en el caso de este documental. Algo tan simple como preparar un plato de comida puede tener detrás un drama profundo que muchas veces, por cotidiano, no logramos ver. He aprendido a encontrar historias, en ocasiones hermosas, en otras conmovedoras, con el simple gesto de mirar detenidamente mi espacio y las personas que me rodean.

Cuando presenté el proyecto al Grupo de Creación de la Televisión Serrana hablé de acercarnos a la realidad que atravesaban las familias en ese momento, no solo ocasionada por los apagones, sino por un gran número de carencias que venimos desafiando desde hace algunos años.

Los fogones eran solo un pretexto para adentrarnos en los conflictos que se viven en los hogares de la sierra Maestra, era detenerse en el momento en el que comienzas el día y necesitas preparar leche, hacer un café y te sientes imposibilitado por la carencia de casi todo.

En un punto más esencial quería mostrar a un grupo de personas que han contribuido desde el trabajo al desarrollo de un país y se enfrentan a una vejez desprovistos de lo más esencial para la subsistencia.

Esa familia cubana que mencionas en la sinopsis queda aquí enfocada aún más: es la familia en la ruralidad, en la sierra Maestra, donde los obstáculos para adquirir los alimentos y las constantes afectaciones energéticas suelen ser (todavía hoy) mucho mayores que en las ciudades. Eres parte de esa realidad. Vives y trabajas allí. Digamos que te es «cotidiana», pero no por eso está ausente de muchas preguntas. ¿Cuánto crees que ser parte de esta realidad motivó o impulsó tu mirada como directora?

Como guionista y directora trabajo con elementos de la realidad, que utilizo para generar emociones o para provocar una reflexión. En Televisión Serrana contamos las historias que son de interés para la comunidad, eso es primordial, pero yo soy parte de ese espacio, en la sierra Maestra he pasado toda mi vida. Cuando hablo de los dolores de los otros, en ellos van implícitos los míos, porque comparto la misma experiencia de vida.

Mientras filmábamos este documental sentía que no había otra historia que quisiera contar. Era tan intenso lo que estábamos viviendo que habría sido una traición mirar a otro lado y no contar, por lo menos, una parte de lo que nos ahogaba.

Al final del camino llega a FICGIBARA luego de haber recibido el premio Coral. ¿Podrías comentarme sobre esa experiencia y qué expectativas tienes con este Festival?

Recibir el Coral fue una gran sorpresa, superada solo por la alegría que provocó en el equipo que formó parte de la realización del documental y en el resto del colectivo de Televisión Serrana. Creo que todos nos sentimos reconocidos. También fue muy especial porque en 2023 celebrábamos el aniversario treinta de la fundación de esta productora comunitaria y perdíamos a Daniel Diez Castrillo, director fundador y maestro. Eran muchos sentimientos encontrados.

Acogimos este reconocimiento como una buena señal, no solo porque le daba valor a nuestro trabajo, sino porque nos daba la certeza de que seguimos fieles a las ideas fundacionales de esta institución, que tiene entre sus principales propósitos hacer visible las alegrías, los sueños y los dolores de los que habitamos esta región del país.

Viajo a Gibara con la ilusión de compartir la historia que me permitieron narrar estas familias. Será un gusto dialogar con los espectadores y los cineastas que allí se den cita. A la vez que deseo ver las películas realizadas por otros y descubrir a través de sus miradas realidades distintas.

La Televisión Serrana recién celebró sus treinta años de fundada. ¿Cuáles crees que son los conceptos y modos de hacer claves que la distinguen en el panorama audiovisual cubano?

La Televisión Serrana ha sido definida desde diferentes perspectivas. En este caso me gustaría hablar desde mi visión, sin dudas atravesada por una gran pasión y un profundo agradecimiento.

Cuando se miran en perspectiva cada uno de los documentales realizados por esta institución, saltan a la luz rasgos que los distinguen y hacen únicos. Algunos han sido el resultado de largos procesos de observación de una realidad, de acompañamiento y familiarización con los protagonistas. En otros, logra sentirse el deslumbramiento de aquellos que aprenden el arte del lenguaje cinematográfico y observan por primera vez su comunidad desde una perspectiva diferente. Resulta común en la mayor parte de ellos el posicionamiento de una cámara y un micrófono que indagan desde el respeto, el cariño, la amistad, el compromiso con el arte y el ser humano, que es el centro de la narración.

Trabajas en un largometraje documental, El lugar y la esperanza.

Desde hace un par de años vengo desarrollando El lugar y la esperanza. Una vez más parto de la realidad de mi comunidad, aunque asumo en esta ocasión un posicionamiento autorreferencial. Quiero poner en diálogo temas tan diversos como el cine, la familia, la imagen como memoria, la cotidianidad que nos atraviesa hoy y expreso en mis documentales. Quiero hablar del significado que tiene el cine en mi vida y de las trasformaciones que generó la fundación de Televisión Serrana en la sierra Maestra. Quizás parezca mucho, pero tengo la esperanza de realizar un homenaje a Daniel Diez y a todos aquellos realizadores que llegaron en 1993 a San Pablo de Yao y nos cambiaron la vida.

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